ALEJANDRO E INÉS
Transitaste el mundo movido por un sueño:
Dar la vida por Jesús.
En tu corazón es firme la esperanza
De justicia y de paz.
Cristo es la luz de tu caminar,
Cristo es el norte de tu vi da.
Tu predilección, el pobre y su dolor,
Y aquellos postergados por su condición.
ALEJANDRO HOY
TU ESPÍRITU SE AGITA,
VIAJAS POR LA SELVA
JUNTO CON INÉS...
Y ES SU GRAN AMOR
OFRENDA PARA SIEMPRE
POR LA SALVACIÓN
DE TODOS LOS SIN VOZ.
ALEJANDRO E INÉS,
SU SANGRE DERRAMADA,
ES FERMENTO ETERNO
DE UN MUNDO MEJOR.
ALEJANDRO E INÉS,
SU SANGRE DERRAMADA,
ES FERMENTO ETERNO
DE UN MUNDO MEJOR
Tu mayor anhelo fue morir por Jesucristo
Y ser testigo de su amor.
Eres el profeta que clama la justicia
Y, de todos, la igualdad.
Tienes ansiedad por estar allí,
Junto a los que sufren la violencia;
Puedes ver a Dios en el caminar
De nuestros hermanos de la selva.
Desde China hasta la selva ecuatoriana
Llevas al límite tu opción.
Arriesgar la vida por el Evangelio
Fue tu convicción mayor.
Ya no eres hijo de Ignacio y de Paula,
Pues, Inihua y Pahua te adoptaron.
Son los Huaorani tu nueva familia,
Eres entre ellos, uno más.
En el camino Dios te dio una compañera
De promesa e ideal.
Es la Hermana Inés de alma misionera,
Que se arriesga igual que tú.
Discípulos de Cristo viviendo una aventura,
Al límite el amor y la vida;
Dejando atrás el hombre y la mujer pasados,
Son evangelizados por los pobres.
Tu gran ilusión por fin se ha consumado,
Ya eres un mártir del amor.
Tu legado es la defensa de las tribus,
De su tierra, cultura y dignidad.
Tu gran humildad y tu sencillez
Te hizo uno más entre los pobres.
Evangelizar ya no es imponer,
Sino descubrir a Cristo en el hermano.