Hoy supe que te mueres, que te vas a morir,
supe porque pediste que me lleven hasta ahí.
Y ahora estaba pensando en lo que iba a pasar,
si acudía al llamado y si vos me preguntás:
-¿Acaso no me odiás?-
Y a pesar de todo, de todo lo que pasó
-¡Claro que no!-
Claro que cuando esté a tu lado, te voy yo a preguntar
(y si me das la mano) -¡Qué vas a hacer sin mí por allá!...
¡Qué vas a hacer sin mí? ¡ay, ay, ay!- Y aunque llores
y digas que me vas a extraáar, que sin mí a tu lado
no vas a poder estar, que sólo en mí pensas,
sólo en mí vas a pensar...
¡Qué vas a pensar! ¡si te vas a olvidar!
¡no vas a estar! ¡qué me importa!
Hoy supe que te mueres, que te vas a morir.