Cuéntame al oído,
muy despacio y muy bajito,
por qué tiene tanta luz este día tan
sombrio. Cuéntame al oído,
si es sincero eso que ha dicho,
o son frases disfrazadas
esperando sólo un guiáo.
Cuéntame, cuéntame. El cielo acostado,
detuvo el tiempo en el beso,
y ese beso a mí en el tiempo. Cuéntame al oído,
a que sabe ese momento,
dónde esperan hoy los días en
que aquello era un sueáo. Cuéntame al oído,
donde quedan hoy tus miedos,
si aún guardas sus caricias en la
caja del recuerdo.
Cuéntame, cuéntame. El cielo acostado,
detuvo el tiempo en el beso,
y ese beso a mí en el tiempo.