El tiempo ha pintado las calles del mismo color
y tú te defiendes del hambre con una sonrisa y amor.
Las casas parece que miran pidiendo perdón
y todo comienza a bailar cuando ya no vigila el sol.
Quiero escuchar tu voz cantando en un mundo mejor.
Quiero encontrarte a ti sonriendo a la vida si no te sonríe ella a ti.
Dime niáa de ojos tristes,
recuerdas aquel viejo barco que tanto quisiste,
donde tú y el mar hablabais de libertad,
de una escalera a la luna quizá,
de un mundo que no deje nunca de hacernos soáar.
Los coches se arrastran dejando detrás un olor
que ahoga a turistas sin alma bebiendo en sus vasos de ron.
Un niáo pregunta si la libertad es así
y suena una vieja habanera que le cuenta un cuento sin fin.
Quiero escuchar tu voz cantando en un mundo mejor.
Quiero encontrarte a ti sonriendo a la vida si no te sonríe ella a ti.
Dime niáa de ojos tristes,
recuerdas aquel viejo barco que tanto quisiste,
donde tú y el mar, hablabais de libertad,
de una escalera a la luna quizá,
de un mundo que no deje nunca de hacernos soáar.
No digas nada, sólo es un ángel jugando a vivir.
Vuelve a sonreír por mí.
Por eso dime niáa de ojos tristes,
recuerdas aquel viejo barco que tanto quisiste,
donde tú y el mar, hablabais de libertad,
de una escalera a la luna quizá,
de un mundo que no deje nunca de hacernos soáar.