Uno, dos ultraviolento.
Uno, dos ultraviolento.
Uno, dos ultraviolento.
Uno, dos ultraviolento.
Varias débochcas caminan por ahí
mueven sus scharros con frenesí
los málchicos de cuero nos queremos divertir
con mis drugos al ataque vamos a ir.
Y ahora qué pasa, eh?
Y ahora qué pasa, eh?
Y ahora qué pasa, pasa:
Uno, dos ultraviolento.
Sin militsos en la esquina es más fácil para mí
el drencrom en la golová me hace decidir
la de grudos más bolches la quiero para mí
crobo rojo entre sus lapas les haremos salir.
Y ahora qué pasa, eh?
Nos quieren transformar, no lo lograrán
no lo lograrán. No, no lo lograrán.
No, no.