Era tu voz un tibio rumor,
si las cosas no marchaban,
bastaba oír tus palabras.
Me tiene mal eso de extraáar
el dulce cuento de hadas,
y siempre lloro por nada.
Fué en el penúltimo café,
mientras hablábamos de amor
o en aquel beso en el andén
que dejé mi corazón, mi corazón.
Fué en un vuelo de pájaros
o en la fosforescente luz
de tus ojos arándano,
que dejé mi corazón, mi corazón perdido.
Te extraáo, te extraáo,
te llevaste con tu adiós mi corazón perdido
te extraáo, te extraáo, te llevaste con tu adios...
Recuerdo bien cada atardecer,
nos daba por ver estrellas;
la vida era perfecta.
Me tiene mail eso de extraáar
tus labios color ciruela
duele aunque no lo quisiera.
Fué en el...