La vamos a tener si no puedo dar trotes,
si quieres meter alpiste en mis barrotes,
y no hay dios ni fe que me discuta,
que me vuelvo muy hijoputa si me da...
prefiero tener vacÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂo el comedero,
ya le tirarÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé bocaos al mundo entero,
luego mirarÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé donde lo escupo,
se revuelve y yo me ocupo de mirar...
si no hay pa comer me subirÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé al manzano,
para verlas venir en un carromato
de cosas por hacer, de ciegos dando palos,
que la vida es muy puta y yo me he vuelto muy malo,
y si encarta soledad, pues soledad pal saco,
lo mismo me darÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂá dar como ser dado,
que no pienso dejar nÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂá de nÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂá pa los gusanos,
la luna me maÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂðlla pa que yo menee el rabo,
a la altura del perejil se han quedado todos mis sueÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂños,
me hago un vestido con tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó lo que he perdido
y ya tiene sentido sonreir,
lleva volantes pa mentir, para ondularme como el trigo,
y asÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ decir, que desde que te has ido
la bailo igual contigo que sin ti,
si intentas comprender mis noches de desvelo
me quieres comprar con puÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂñaos de caramelos,
manojos de perder, con jugo de los charcos,
machaca el almirez, me tienes en tus manos,
y ojalÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂá te vaya bien, y pa pasar el rato
tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂð siembra para ti, y mÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás cuando me callo,
me callo lo que hay, lo que hay es lo que toca
y pa tocar el corazÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂón es mejor no abrir la boca,
a la altura del perejil se han quedado todos mis sueÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂños,
me hago un vestido con tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó lo que he perdido
y ya tiene sentido sonreir,
lleva volantes pa mentir, para ondularme como el trigo,
y asÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ decir, que desde que te has ido
aÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂðn nadie me ha vencido,
hoy quiero poner mi reino de despojos en estos lugares,
donde la primera vez pusimos al alba a hacer malabares,
y no he de volver a ver el sudor empaÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂñando portales,
me sale tan mal cuando miro hacia atrÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂás...
me abrirÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé las venas, me saldrÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂán palabras,
guÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂárdate el cencerro, pÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂónselo a otra cabra,
que a mÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ no me cabe, que llevo colgando
demasiadas llaves, todos los quebrantos,
a la altura del perejil se han quedado todos mis sueÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂños,
me hago un vestido con tÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂó lo que he perdido
y ya tiene sentido sonreir,
lleva volantes pa mentir, para ondularme como el trigo,
y asÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂ decir, que desde que te has ido...
no me pienso quedar, ni un momento ni un rato,
para planear quiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂén pagarÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂá los platos
de mi desespere, mi sofoco,
sÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂé de quiÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂÃÂén se ha vuelto loco de esperar,
la vamos a tener