Yo... que siempre tuve una fiel convicción
Que a mi jamás llegaría el amor
No imaginé, me pudiera pasar.
Fue, en una noche de luna febril
Cuando entregué mi alma y mi ser
Y se aferró mi piel a su piel.
Y así, me fui envolviendo en su piel, manantial
Naufragué en su cuerpo, me perdí en su mar
Y quedé anclada a esas ganas, de amar
Morí, al clarear se esfumó y comprendí
Que si hay algo peor que morir
Eso es estar sin ti
Sí... aún conservo su esencia en mi ser
Llevo el calor, de su cuerpo en mi piel
Y el fragor de su ausencia mortal.
Sí... todo el mundo debí recorrer
Intentando ese amor olvidar
Y sin saber como poderlo lograr