Caminamos con el miedo en las manos, arrastramos la muerte en momentos forjados con sangre
Estos son los últimos días, nadie escuchará los lamentos, retorcer de dolor, gritar desde el suelo
En el vomito la tierra arde, en los ideales capitalizados, en palabras que no se olvidarán
Arrastrados al infierno. Gritar desde el suelo! que somos hijos de la guerra!
Reaparece en tiempos de cólera, en el tiempo de la odiosa enfermedad
La prestigiosa hazaña de la sangre, la terrible pena explota los sesos abiertos
Peligrosa prisión de la codicia y el error de la ilusión que come mis cenizas y mi dolor
Las penurias y la falta de fuerza apagaron las sorpresas, la muerte y la calma