Nadie comprende lo que sufro yo
canto pues ya no puedo sollozar,
solo temblando de ansiedad estoy
todos me miran y se van.
Mujer,
si puedes tu con Dios hablar,
pregúntale si yo alguna vez
te he dejado de adorar.
Y al mar,
espejo de mi corazón,
las veces que me ha visto llorar
la perfidia de tu amor...
Te he buscado donde quiera que yo voy,
y no te puedo hallar,
para qué quiero otros besos
si tus labios no me quieren ya besar.
Y tú,
quien sabe por dónde andarás
quien sabe qué aventura tendrás
¡qué lejos estás de mí...!
Te he buscado donde quiera que yo voy,
y no te puedo hallar,
para qué quiero otros besos
si tus labios no me quieren ya besar.
Y tú,
quien sabe por dónde andarás
quien sabe qué aventura tendrás
¡qué lejos estás de mí...!
¡De mí...!
¡De mí...!