Cuatro niáas negras como tú,
Seres como tú te hicieron pensar,
En buscarte doblemente para comenzar.
Te enseáaron de la vida
La ciencia puesta en un altar
Que rompiste al estrellarse con tu realidad.
Y el león de leyenda despertó,
Y su grito en la noche provocó
Nuevas voces, un nuevo color,
Para este tiempo de dolor,
Te marcaron era muy fuerte tu labor.
No descartes, la existencia, la posibilidad,
De mil formas de callarte
Sin siquiera hablar.
Mejor sería que vivieras
Hermana e la soledad,
De los hombres que te esperan
Para echar a andar.
Tu conoces la historia y mucho más,
Y esto no te lo pueden perdonar,
Es posible que se manchen más,
No les importa tu verdad
Ante el riesgo de oír tu voz en libertad.
La palabra nos espera,
Pide su lugar.