Cada hoja que cae
cada flor al volar
me duelen
son pequeáos pedazos
que se van desprendiendo
de mí
son comienzo y ocaso
vida y muerte en ciclos de abril.
Veo en tus ramas brotar
el afán de crear
mi sueáo
y en tu tronco vital
la certeza de no abandonar
tu función principal en el patio
que me hacer vivir.
Ay mi jacarandá
cuando llegue el final
qué palmera te va a contemplar
qué buganvilla te va a bendecir
desde los ojos que lloran por ti.
Cuando vea que te vas
mi dolor crecerá
como un réquiem para compartir
vida y amores que me hicieron feliz
ramas y flores que te hicieron sentir.