Algún viernes con llagas he querido
Decapitar tu estatua en los rincones,
Darle a comer tu nombre a los gorriones
Y arponear tus clones con olvido.
He lamido los cactus, he aprendido
Lo que hacen con mi verde tus pistolas.
He pensado en dejar las nubes solas
Para que lluevan más donde ha llovido.
Pero justo al instante en que armo el tiro,
Cargados con mi niebla los torpedos,
Derrotado el cristal con que te miro
Y planchado el vestido de mis miedos,
Aparece tu olor y en un suspiro
Se me arrepiente el verso entre los dedos.
Algún viernes con llagas...