Flacas gimnastas de América.
Secas, austeras soviéticas,
muchachitas fatales en blancos
zoquetes chinos.
Son todas joyas, patricias de amor.
La más hermosa niáa del mundo
puede dar sólo lo que tiene para dar.
Música para pastillas (¡rápido!)
y mucha cuchillería.
¡Pará, mi amor, esto está muy
Shangai!
Roqueros bonitos, educaditos.
Con grandes gastos, educaditos.
Emboquen el tiro libre,
que los buenos volvieron,
y están rodando cine de terror.