Esa mujer,
que siempre me entrego su vida entera,
Sin pedir nada a cambio mas que amor,
Que ha estado junto a mi,
ya sea en las malas o en las buenas,
Y se ha entregado en cuerpo, alma y corazón,
Esa mujer.
Esa mujer,
Que tiene a flor de labio siempre una sonrisa,
Y el equilibrio entre el amor y la pasión,
Que tiene por ahí escondida siempre una caricia,
Con la que enciende siempre el fuego del amor,
Esa mujer.
Esa mujer,
A la que envidian todos mis amigos,
Y es el tormento eterno de mis enemigos,
Es mi mujer la duena de mi corazón,
Esa mujer,
Que va con migo en todas mis jornadas,
La que enciende mi sol, cada manana,
Para mi buena suerte, es mi mujer.
Esa mujer,
Que ha impuesto desde siempre la cordura,
Cuando algo se acelera en mi interior,
Que sabe cuando ser mujer y cuando nina,
Y solo exige la verdad entre los dos,
Esa mujer.
Esa mujer,
A la que envidian todos mis amigos,
Y es el tormento eterno de mis enemigos,
Es mi mujer la duena de mi corazón,
Esa mujer,
Que va con migo en todas mis jornadas,
La que enciende mi sol, cada manana,
Para mi buena suerte, es mi mujer.