Quisiera ser esa fe
Que te bendice la vida.
Quisiera ser tu café, tu despertar,
Y una mañana llegar a tu puerta.
Para decirte que ya no te amo,
Para decirte que ya te he olvidado
Para vengarme de todo tu engaño
Y ahí jurarte que ya no te extraño.
Y te diría que ya no me duele
Y sentirme culpable de tu llanto.
Quisiera que me amaras locamente
Para que sepas cómo me has dejado.
Estar en tu lugar y tu en el mío,
Para que sepas como quema el frío.
El sentimiento de esta triste letra,
Fuera de tu dolor y no del mío.
Cuál dolor, si tu ya no me quieres?
Cuál amor, si tu ya no me amas?
Pero yo te amaré
Y voy a extrañarte.
Quisiera hallar un amor
Que me enamore de nuevo.
Y renovar la ilusión que se murió
Esa mañana que fuiste a mi puerta.
Y me dijiste que habías olvidado,
Y me dijiste amor ya no te amo.
Y me alejaste de tus sentimientos,
Y me lanzaste a este sufrimiento.
Y desde entonces no cae la lluvia
Y desde entonces ya no tengo alma.
A cambio de que mi alma ha sido tuya,
De tu presencia ya no tengo nada.
Es como cuando llega tu inocencia
Y se devuelve porque ha sido falsa.
No quiero que te creas más la culpable,
No es culpa tuya que no tengas alma.
O, tal vez, a ti te haya pasado
Y quisiste desahogar conmigo
El dolor que hasta ayer
Te causó otro hombre.
Y te diría que ya no me duele
Y sentirme culpable de tu llanto.
Quisiera que me amaras locamente
Para que sepas cómo me has dejado.
Estar en tu lugar y tu en el mío,
Para que sepas como quema el frío.
El sentimiento de esta triste letra,
Fuera de tu dolor y no del mío.