Ayer Jesús afinó mi guitarra y agudizo mis sentidos, me inspiró.
Papel y lápiz en mano apuntó la canción
y me negué a escribir porque hablar y escribir
sobre Jesus es redundar, sería mejor actuar.
Luego algo me dijo que la única forma de no redundar
es decir la verdad,
decir que a Jesús le gusta que actuemos, no que hablemos,
decir que Jesús es más que cinco letras formando un nombre,
decir que Jesús es verbo no sustantivo.