(Cueca nortina, recogida en La Ligua)
El amor es un niáito, sí, ay, ay, ay,
mi vida, chiquitito y enfadoso,
mi vida, cuando se pone a llorar, sí, ay, ay, ay,
mi vida, no hay chiquillo más odioso.
Mi vida, el amor es un niáito.
El amor cuando nace
es un niáito, sí, ay, ay, ay,
que con cualquier cosita
se satisface.
Se satisface, ay sí,
eso es de veras, sí, ay, ay, ay,
que si no fuera cierto
yo lo dijera.
Cierto, y ahora me muero
porque te quiero, sí, ay, ay, ay.