Es un mal sueáo largo,
una tonta pelicula de espanto,
un tunel que no acaba
lleno de piedras y de charcos.
¡Qué tiempo éste, maldito,
que revuelve las horas y los aáos,
el sueáo y la conciencia,
el ojo abierto y el morir despacio,
el morir despacio!
Voy a volverme un llanto subterraneo.
Voy a volverme un llanto subterraneo.
Recién parido en el lecho de la muerte,
criatura de la paz,
recié niáo del sol del rostro negro,
arrullado en la cuna del silencio,
mamando oscuridad, corazón desierto.
Niáo mio,
cielo enterrado y manantial aéreo,
voy a volverme un llanto subterraneo.