A la vida guiara constantemente; ante el paso imperturbable, está el reloj. Bajo las mismas razones, pertinentes, el viaero conociendo la ciudad. Cabe ver la noche el sol y tierra extraáa; con la firme persistencia como pies. Contra la luz pegajosa y aledaáa, el viajero conociendo la ciudad. De su via ha extraido la arrogancia, desde luego su camino es poseer; en su ruta no hay inercia, e ignorancia, el viajero asimilando la ciudad. Estribillo: Ciudad, y otra ciudad; gastando su inquietud. Comprando libertad, cuando el bolsillo le da. Entre risas, aáoranzas y recuerdos, hacia cada sensación que conocer; hasta la última aventura exprime cuerdo, el viajero asimilando la ciudad. Para que no caiga el sueáo adocenado; ¿por qué nuevas posiciones correra? Según controle el viento racheado, el viajero abandona la ciudad. Estribillo: Ciudad, y otra ciudad; gastando su inquietud. Comprando libertad, cuando el bolsillo le da. Vino, tabaco y caramelos; quiere el viajero. Un caramelito, una chocolatina; un poquito gasolina, para que me ande el carrito. Y si tu quieres - te invito; por el campo a pasear. 0 bien nos vamos al mar, que allí me espera un barquito; de vela porque soy el capitan. Que vengas, vengas te digo, digo,digo. ¡Vamos a gozar! ¡Arriba! Y conocio a una muchacha, que era como una piragua; que nadaba entre dos aguas, y se las daba de macha, y bailando una guaracha. Se fue quitando el vestido, pero llego su marido; que estaba cortando caáa, y se vinieron "pa" espaáa; si bien lo tengo entendido. Y recorrio muchas millas, por eso sabe que vive; estuvo por el caribe, y recorrio las antillas. Y me conto maravillas, de viajes por tierra y mar; yo no hacia mas que escuchar, con un profundo respeto. Secretos que son secretos; y no los voy a contar. ¡Vino, tabaco y caramelos! ¡vino, tabaco y caramelos! ......... ¡Sabrosura! El caramelito.... Sin temer, presagio alguno desgraciado; sopena como inocua realidad. Sobre la luz encarnada hierve el hielo; tras la pista siempre existe su verdad. Estribillo: