20+20
Bien clavadas mis tablas están y no tenga duda
Pregunta a los antaños siempre cantándola cruda
Tuve muchas razones para no quedarme muda
La vida está cabrona y a mí me recibió ruda
Por eso hasta ahora le aviento ribete
Aunque hay igualados que ni a ellos se respeten
El negro en el arroz nunca falta en el banquete
Cuando me suelo atascar, es normal que se me inquieten
Voy nadando tranquila desde el dos mil tres
Cuando entre tiburones todavía era pez
¿Cómo te ha quedado el ojo ahora que me ves de nuez?
Más bien yo nunca me he ido soy pieza en el ajedrez
A gusto disfrutando mi botella de jerez
Antes de criticarme fíjate que tus zapatos no estén al revés
Soy una sola pieza de cabeza a pies
Pero si intento partirme tal vez pueda hacerlo en diez
Veinte, treinta o cuarenta
En lo que sea necesario que se sienta
Otra vez soy yo, pero pateando la puerta
Entre el desierto se dejó caer la tormenta
En diez, veinte, treinta o cuarenta
En lo que sea necesario que se sienta
Otra vez soy yo, pero pateando la puerta
Entre el desierto se dejó caer la tormenta
Pocos suelen dar la mano cuando se anda en la eriza
Seguro esperan que les caiga como lo cree la chaviza
Hay que formarle, la realidad avisa
Desde morra voy buscándola y sin hablar de maciza
Se quejan soy muy amarga y eso me enseño mi escuela
Auténtica bebé, le duela a quien le duela
Para cortar todavía, suficiente tela
Y con poca dulzura puedo yo picar sus muelas
Les arden los ojos cuando ven que no es piñata
Cuando el brillo es de oro puro y confundían que de hojalata
Es la luz inmensa de un brillo que los opaca
Sin deberla ni temerla quieren clavarme su estaca
Hace taka-taka sus cabezas cual resaca
Cuando tienen frente a ellos la energía de esta flaca
No se la esperan se van a desesperar
Pues aquellos estarán pendientes para encontrar
La piedra con la que he de tropezar
Pero eso es como buscar una aguja en un pajar
En diez, veinte...
En diez, veinte, treinta o cuarenta
En lo que sea necesario que se sienta
Otra vez soy yo, pero pateando la puerta
Entre el desierto se dejó caer la tormenta
En diez, veinte, treinta o cuarenta
En lo que sea necesario que se sienta
Otra vez soy yo, pero pateando la puerta
Entre el desierto se dejó caer la tormenta
No se la esperan se van a desesperar
Pues aquellos estarán pendientes para encontrar
La piedra con la que he de tropezar
Pero eso es como buscar una aguja en un pajar.