Si caigo en el camino hagan cantar mi fusil y ensánchenle su destino porque no debe morir. Si caigo en el camino cómo puede suceder que siga el canto mi amigo cumpliendo con su deber. La muerte pone un silbido en los oídos del hombre, canto que no tiene nombre canción que busca su tino, voz de la selva, destino simple de hombre militante, el trono de los instantes, ley suprema de la suerte, coro que manda la muerte con su palabra quemante. Canción para mi soldado es la que quiero cantar y con ella confesar que es un canto enamorado porque la canta el de al lado, el de ayer, el de después, canción que nació una vez que se navegaba el mundo cuando elegimos el rumbo bajo la estrella del Che. (1976)