Como una gota fui de la marea la playa me hizo grano de la arena. Fui punto en multitud por donde fui nadie me detectó y así aprendí. Cuando creí colmada la tarea volví mi corazón a Casiopea. Cumplí celosamente nuestro plan: por un millón de aáos esperar. Hoy llevo el doble dando coordenadas pero nadie contesta mi llamada. ¿Qué puede haber pasado a mi seáal? ¿Será que me he quedado sin hogar? Hoy sobrevivo apenas a mi suerte lejano de mi estrella de mi gente. El trance me ha mostrado otra lección: el mundo propio siempre es el mejor. Me voy debilitando lentamente Quizás ya no sea yo cuando me encuentren