Como tiernas babosas de la campiña
Ella y el se enroscaron humedamente humedamente
Y el dejo de ser hombre como ella niña
Para ser uno solo completamente completamente
Desde todos los puntos que los juntaban
Se saborearon tanto y con tal delicia
Que las horas de vida que les quedaban
Decidieron pasarlas en la caricia
A menos de un suspiro del tibio abrazo
El resto de la historia se debatía
En átomos, galaxias y otros acasos
Encontraron certezas justo aquel día
Encontraron certezas justo aquel día
Y se hicieron leyenda los dos amantes
Enroscados eterna y humedamente y humedamente
Nada pudo tocarlos detrás de guantes
Solo pueden saberlo los igualmente los igualmente
Los igualmente