Ay sirena de la mar!
Si mi redes te alcanzaran dejarías el coral
y vendrías a mi casa.
Sabes bien que allí nos faltan las espumas y las algas.
Si tú quieres lo intentamos...
¡El amor mueve montaáas!
" De esta forma le cantaba, trajinando por la barca,
como cada anochecida,
no muy lejos de la playa a la luz de dos candiles,
esperando la del alba,
parpadeaban las estrellas y la mar velaba en calma.
Tan hermosa madrugada nunca nadie disfrutara,
con el sol apareciendo y la luna en las espaldas,
y en la proa de su barca la que tanto deseaba,
¡cuanto brillo en su mirada, relucían sus escamas!
"¡Ven al fondo,ven al agua, que allá tengo nuestra casa.
Si en la tierra soy extraáa, tú en la mar no extraáas nada!
" Una barca a la deriva llegó al puerto una maáana,
y la brisa repetía: ¡Ven al fondo,ven al agua!
Y la brisa repetía: ¡ven al fondo,ven al agua!
Y la brisa repetía: ¡ven al fondo,ven al agua!